domingo, 4 de noviembre de 2012

Una semana

   Una semana queda para el esperado certamen nacional de bandas de la ciudad de Murcia. Ese temido concierto en el que un golpe mal dado puede echarnos a perder muchísimo trabajo.
Y es que son muchas las horas que le estamos dedicando a la banda, a las partituras y, en definitiva al certamen. Para ello tenemos que dejar a un lado otras cosas que también nos gusta hacer, a personas a las que ahora no podemos prestarle nuestro tiempo porque se lo hemos ofrecido a este acontecimiento musical.

Como ya he dicho, nos queda una sola semana. Semana cargada de ensayos, concretamente cinco, antes del certamen el próximo domingo 11 de Noviembre. Muchas horas todavía para sacarle punta a lo que de momento sigue pareciendo algo deforme, difícil, imposible.
La moral sube y baja, el cansancio solo sube. Necesitamos un impulso, fuerzas para poder llegar vivos al día 11 y poder hacerlo lo mejor posible, como nos merecemos, como se merecen las partituras que tocamos, como se merecen los compositores y, por supuesto, como se merecen las personas a las que no podemos prestarle nuestro tiempo por este concierto.
Interpretar mal las obras o hacer como si no fuera importante sería como un insulto a todo ello.

Hoy hemos realizado un concierto en el teatro Lope de Vega de nuestro pueblo, Mula, para probarnos fuera del local de ensayo, para poder rodar un poco las obras. Como público hemos tenido a familiares de miembros de la banda, ya que la intención era hacer de esta prueba algo íntimo, sin publicidad, con poca gente. La conclusión es que la semana va a ser larga y muy dura, pero solo nos queda una semana.




sábado, 3 de noviembre de 2012

Tener un referente

   Soy de los que piensan que el valor de tener un modelo o referente del que se pueda tomar ejemplo, motivarse, está cada vez más en alza, sobre todo si tenemos en cuenta la importancia de encontrar un oasis en este desierto que se encuentra en constante crecimiento.
Mi idea siempre ha sido poder fijarme en alguien, pero no para copiar, sino para tener abierta una puerta a la esperanza. Para saber que, por muchas desilusiones que podamos llevarnos, hay gente que sigue luchando por cambiar el mundo a su manera, que le gusta lo que hace y lo transmite a los que, aunque sea por un momento, les prestan atención.
Todo esto es algo que he hecho desde que era pequeño, pero siempre teniendo en cuenta de que cada persona es un mundo. Que yo soy yo y que lo que yo me proponga, con más o menos trabajo, puedo llegar a conseguirlo, pues otras personas demuestran que, con constancia y dedicación, se pueden alcanzar las metas.
He tomado de referencia como modelos a gente de la música, la enseñanza en general y ¡hasta en política! Sí, lo digo en serio, a veces solo necesitamos un minuto de atención para descubrir que, en cualquier campo, podemos tomar ejemplo aplicable a cualquier faceta de nuestras vidas. Aquí he dado con otra acción que está en peligro de extinción: la atención.

Haciendo referencia a todo esto, hablaré sobre uno de mis referentes musicales y pedagógicos, el percusionista santomerano José Alberto Abellán (Pepe Abellán), una persona que, con solo escucharle hablar, se puede percibir ese peculiar gusto por la música y por todo lo que hace.
Hoy he recibido mi primera clase de cajón flamenco impartida por él, algo que llevaba esperando desde hace tiempo. Mis ocupaciones me lo habían impedido hasta que, por fin, se ha encontrado ese hueco deseado.
Esta clase ha sido una inyección en vena de gusto por el cajón flamenco, por la música y por la enseñanza, además de poder tratar con una grandísima persona, cuya humildad y cercanía es de agradecer.



Al igual que el descanso, considero esencial mantener algún tipo de contacto con alguien que pueda transmitir energía positiva, que te ayude a seguir mejorando directa o indirectamente.
Tener claro que no hay límites, pero sabiendo que, a veces es necesario, un impulso con ayuda externa.
Partir de que no somos perfectos, pero sí moldeables, e intentar dar de vez en cuando un empujoncito a esa línea que marca nuestro límite temporal, pero siempre hacia el lado positivo.



Por cierto, os dejo un vídeo de Pepe Abellán tocando el cajón flamenco junto a Liron Man, intérprete de un instrumento singular llamado Hang.